AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo, alma de mi alma, yo te
adoro; ilumíname, guíame, fortifícame,
consuélame, inspírame lo que debo hacer.
Dispón de mí porque prometo obedecerte
y aceptar todo lo que permitas que me
suceda. Hazme conocer tan sólo tu volun-
tad. Amén.
(Cardenal Mercier)